Somos felices alrededor del Tótem



 "Un tótem es un objeto, ser o animal natural que en las mitologías de algunas culturas se toma como emblema de la tribu o del individuo, y puede incluir una diversidad de atributos y significados." Fuente: Wikipedia



Me perdí en la noche para hacer esta fotografía. Pase frío. En mi cabeza sonaba el "I wanna be adored" de los Stone Roses. Curiosamente, sonaba a todo volumen. No oía los coches pasar ni los gritos de la gente: ¡black friday! ¡black friday!. Mientras la foto se hacía cerraba los ojos y entraba en trance. La voz de Ian Brown directamente en el centro del cerebro: Adored... I want to be adored.


Moví la cámara sin ver nada. Moví la cámara al ritmo del bajo de Mani. Cada vez que abría los ojos allí estaba, el tótem de nuestra tribu, majestuoso, iluminando la noche, dispuesto a ser adorado. Cuando el mundo se vaya a la mierda los simios sólo encontrarán tótems... creerán que vivíamos en centros comerciales y no estarán muy equivocados.


Me acordé de Carlos. Carlos, Renton y yo el mes que (mal)vivimos juntos en Edimburgo. Era el año 1996 y mientras Renton se metía supositorios de opio por el culo, nosotros, dos estudiantes de económicas de último año, intentábamos hilar nuestra teoría del fin del mundo lo suficientemente colocados como para darle algo de sentido: cuando cada ciudad tenga al menos un mall, es el principio del fin.


El sanote de Carlos gritaba en un infame WC de un pub: diremos a todo que sí, sin importarnos cómo, cuándo y dónde, diremos que sí a un empleo de mierda con un sueldo ridículo, a que nuestros hijos no se puedan pagar una carrera, ni formar una familia, diremos que sí a TENER...tener un televisor grande que te cagas,  lavadora, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos, hipotecas a interés fijo, ropa deportiva ...


Esta escena se repetía muy a menudo, y siempre añadíamos nuevas cosas ... mi ingenio estaba al 200% y Carlos declamaba como nadie.


Como éramos sumamente idiotas a veces nos cambiábamos el nombre. Carlos era Tyler Durden  y yo Jack Moore . Nos metíamos en los centros comerciales y jugábamos a ser cómo la gente de la sociedad moderna intentando dar significado a sus vidas mediante la cultura comercial. Fracasábamos siempre. Volvíamos con Renton y nos pegábamos en callejones oscuros siguiendo unas estúpidas reglas inventadas por un tal Chuck:
  1. La primera regla del Club de la Lucha es: Nadie habla sobre el Club de la Lucha.
  2. La segunda regla del Club de la Lucha es: Ningún miembro habla sobre el club de la Lucha.
  3. La tercera regla del Club de la Lucha es: La pelea termina cuando uno de los contendientes grita "basta", desfallece o hace una señal.
  4. La cuarta regla del Club de la Lucha es: Solo dos hombres por pelea.
  5. La quinta regla del Club de la Lucha es: Solo una pelea cada vez.
  6. La sexta regla del Club de la Lucha es: Se peleará sin camisa y sin zapatos.
  7. La séptima regla del Club de la Lucha es: Cada pelea durará el tiempo que sea necesario.
  8. La octava regla del Club de la Lucha es: Si esta es tu primera noche en El Club de la Lucha... TIENES que pelear.
Se me pasa el flashback. Me muevo a una tasa de animación de vértigo. Intento entrar en calor. Olvidarme de Carlos y de su muerte. Somos felices alrededor del Tótem. Olvidarme de Renton y de su muerte. Vamos allí donde hay uno. Olvidarme de mi y de mi salvación. Adoramos el centro comercial. Bailamos alrededor de su tótem. Nos gusta oler a centro comercial. Tyler tenía toda la razón del mundo:


"La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados."


Salvo en una cosa: no, no estamos nada cabreados ...estamos encantados...somos felices alrededor del tótem. Nos gusta oler a centro comercial.




Mallrats es la segunda película de Kevin Smith. Año 1995.
 aunque sólo sea por ver a un tal Ben Affleck en una de sus apariciones estelares ;)